lunes, 9 de agosto de 2010

El asunto de Marte


Los antiguos griegos levantaron la mirada 90° hacia el cielo. Vieron una estrella que sobresalía más que el resto, su brillo era atrayente, sus movimientos eran caprichosos y tenía un peculiar tono rojizo por lo que lo asociaron con la sangre. Lo relacionaron con su dios de la guerra y le dieron su nombre, Ares. Más tarde los romanos lo rebautizaron como Marte. Lo que los griegos y romanos de hace más de 2 000 años ignoraban es que Marte es un mundo, un lugar, donde es posible andar y establecerse. Un sitio que a lo largo de los años ha sido blanco de sueños guajiros, especulaciones asombrosas y un sitio prometedor para nuestra especie.

A continuación les presento un hermoso y espectacular video musical de nuestros talentosos y buenos amigos de Symphony of Science (en realidad no nos conocen) que nos muestra musicalizadamente la pasión y la esperanza que aún despierta el planeta rojo y donde participan varios personajes de la comunidad científica que divulgaron sobre nuestro planeta vecino incluyendo a master Carl Sagan. Chequen:









En la literatura de ciencia ficción encontramos numerosas obras referentes a la humanidad colonizando este planeta (y viceversa); Edgar Rice Burroughs en su serie marciana de las aventuras de John Carter, que despertó la imaginación de toda una generación, llenó de seres fantásticos y con características ingenuamente humanas este planeta; Ray Bradbury en su Crónicas marcianas muestra a una humanidad colonizadora que se encuentra en Marte a una civilización más antigua y sabia a la que aniquilan por completo pese a la nobleza de los locales; H.G. Wells en La guerra de los mundos cuenta sobre la devastadora invasión marciana de la Tierra, temores que creo tienen como origen la historia de nuestros propios encuentros entre culturas humanas en los que hemos cometido errores de intolerancia por las diferencias y chauvinismos extremos. Otros autores de renombre como Isaac Asimov y Philip K. Dick también han escrito formidablemente sobre Marte.

Los seres humanos hemos desarrollado una relación especial con Marte. ¿Por qué Marte? Empecemos porque es el planeta más cercano a nosotros, la casa contigua del barrio. En 1877 Giovani Schiaparelli, luego de cartografiar la superficie marciana, anunció la observación de líneas rectas en su superficie a las que llamo canali. Las mentes más crédulas atribuyeron estas formaciones al trabajo de seres inteligentes entre ellos Percival Lowell a quien su amor por Marte y sus supuestos habitantes cegó su espíritu científico y lo hacían ver cosas inexistentes en sus observaciones. Nos sentimos solos, nos gustaría compartir un universo tan espacioso.

Hoy en día nuestra curiosidad nos ha hecho indagar más a fondo. Hemos enviado emisarios robóticos, nuestros representantes terrestres en Marte como los rovers Spirit y Opportunity y la sonda Phoenix, entre otros, que nos cuentan fidedignamente sobre lo que en otros tiempos fue campo de misterio y especulación (aunque en la actualidad charlatanes y estafadores como Jaime Maussan en México e Iker Jiménez en España siguen tratando el tema con irresponsabilidad). Nos envían imágenes que no hablan de los seres extraños con los que la imaginación del hombre pobló Marte pero sí de un mundo que en un futuro espera a las siguientes generaciones de la humanidad. Marte también ha sido una especie de tierra prometida para nosotros, una garantía de supervivencia en caso de catástrofes naturales o provocadas por nuestra pésima administración de nuestro mundo de origen, o incluso amenazas del exterior. Como dice Robert Zubrin en el videoMarte es el siguiente paso lógico”.

Los proyectos de terraformación de Marte existen, se posee la ciencia, la técnica y los recursos necesarios para completar una empresa tan colosal. En la actualidad se está llevando a cabo el proyecto Mars 500 que mantendrá durante 520 días (que es lo que duraría el traslado hasta el Marte) a posibles pioneros en un encierro total en una nave simulada. Sería ingenuo relegar a la ciencia ficción el tema de la expansión del hombre hacia otros mundos. El legendario soviético pionero en los cohetes y el espacio Konstantin Tsiolkovksi dijo que “la Tierra es la cuna de la civilización pero el hombre no puede vivir para siempre en la cuna”.

Y como dijo master Carl Sagan:


"Si alguna vez se terraforma aquel planeta, será una obra realizada por hombres cuya residencia permanente y su afiliación planetaria será Marte. Los marcianos seremos nosotros."



Imagen enviada desde Marte por la sonda Spirit que muestra el atardecer marciano, un espectáculo que verán con sus propios ojos nuestros descendientes si tomamos las decisiones acertadas.


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